La contabilidad financiera se encarga de resumir, analizar e informar las transacciones financieras pertenecientes a un negocio. Calculando los eventos economicos y naturales cuantificables. [1] Esto implica la preparación de los estados contables financieros disponibles para consulta pública. Los accionistas, proveedores, bancos, empleados y administraciones públicas, entre otros, usan esta información para tomar decisiones.
La contabilidad financiera está regida por los estándares de contabilidad locales e internacionales. Los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP por sus siglas en inglés) son el marco estándar de directrices para la contabilidad financiera utilizada en cualquier jurisdicción dada. Esta incluye los estándares, convenciones y reglas que los contables siguen en el registro, resumen y preparación de estados contables financieros. Por otro lado, las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS por sus siglas en inglés) son un conjunto de estándares de contabilidad que declaran como ciertas transacciones y otros acontecimientos tendrían que ser informados en los estados contables. Las IFRS son establecidas por la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB por sus siglas en inglés).[2][3] A medida que los IFRS han sido más y más aplicados en la escena internacional, se ha mejorado la consistencia y comparabilidad de los informes financieros entre las organizaciones globales.
Mientras la contabilidad financiera suele usarse para preparar información contable para personas y actores externos de la organización o no implicadas en el día a día de la compañía, la contabilidad de gestión proporciona información contable para apoyar a la dirección a tomar mejores decisiones y para dirigir el día a día del negocio.